Consulta online                           LA PREOCUPACION INFANTIL

¿Tienen los niños preocupaciones?

                           ¿Qué es una preocupación?

La preocupación es la parte cognitiva de la ansiedad o estrés. Tanto los niños como los adultos tienen preocupaciones.

Una preocupación puede ser un pensamiento concreto que les asusta, por ejemplo. “Y si mi madre se olvida de ir a recogerme después del partido de fútbol”. Puede ser algo mas general como una inquietud, una sensación desagradable, que siente el niño, por ejemplo, todos los días antes de ir al colegio, aunque no sabe exactamente que es lo que le está angustiando.

Todos, tanto los adultos como los niños pueden estar preocupados algunas veces.

Es normal estar preocupado cuando se va al médico, o se va a poner una inyección o antes de un examen difícil. La mayoría de los niños se pueden preocupar cuando tienen algún cambio en su vida, algo nuevo, como por ejemplo una nueva cuidadora que se queda con ellos por primera vez o entrar en un cuarto que está a oscuras.

Muchas de las preocupaciones, los propios niños saben que no tienen ningún sentido, como que le de miedo los monstruos, que saben que no existen, o cuando piensan que no le caen bien a nadie y ellos saben que tienen amigos, pero es lo mismo que la preocupación no tenga sentido para el niño, le parece real.

Los niños que tienen muchas preocupaciones sienten que no se pueden deshacer de ellas que no se van tan fácilmente, las preocupaciones siguen ahí y no se van, aunque los demás y los adultos cercanos intenten tranquilizarlos y les digan que no se preocupen, para el niño no resulta fácil no preocuparse.

Los niños que se preocupan demasiado, se sienten cautivos de sus temores, son capaces de hacer grandes esfuerzos para evitar las situaciones que les atemorizan y repiten una y otra vez preguntas derivadas de su ansiedad.

Aunque las respuestas que reciben no les producen prácticamente ningún alivio, los padres y cuidadores dedican grandes cantidades de tiempo tratando de tranquilizar, acompañar, sosegar y hacer cosas para reducir el grado de angustia del niño.