Es un conjunto de respuestas aprendidas que son adecuadas ante una situación. La persona percibe una situación como una amenaza, como un peligro.

La ansiedad es un conjunto de respuestas porque es algo que la persona hace, piensa o siente.

Pueden ser de tres tipos, dando lugar a los tres sistemas de respuestas:

Respuestas cognitivas o de pensamiento. Son todas aquellas ideas o pensamientos que tengamos.

Respuestas fisiológicas. Son las sensaciones que experimentamos en nuestro cuerpo, que a primera vista parecen que son muy automáticas, y tenemos poca posibilidad de tener bajo control, como el pulso, la respiración, el calor del cuerpo.

Respuestas motoras o conductuales. Son las acciones que realizamos como mover un brazo, correr, gritar.

Nuestro organismo responde en los tres niveles.

Estos niveles están tan relacionados que, si aparece una respuesta en un nivel, esta produce la aparición de otras en los otros niveles.

¿Qué quiere decir que son aprendidas? ¿Por qué dos personas ante una misma situación pueden dar respuestas distintas?

Muchas de esas respuestas aprendidas son adecuadas y adaptativas a las situaciones.

Las respuestas de ansiedad son inadecuadas porque aparte de hacernos sentir mal (son sensaciones desagradables), no solucionan la situación, no suelen servir de nada e incluso nos impiden responder adecuadamente.

Síntomas de ansiedad

 Nivel cognitivo: Preocupación, pensamientos obsesivos, rumiaciones, pensamientos negativos, pensamientos de alerta.

 Nivel fisiológico: Opresión en el pecho, presión en el estómago, sudoración, aumento del ritmo cardiaco, sentir el corazón latiendo fuerte, Dificultad para respirar, sequedad en la boca, temblor corporal, tensión muscular, aumento de la tensión arterial etc.

Nivel conductual o motor: Incremento o disminución del apetito, inhibición o incremento del sueño, dolor de cabeza, discutir y gritar, dificultades para hablar, tartamudear, tics nerviosos. Problemas sexuales.