DOLOR CRÓNICO II

MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA DEL PACIENTE CON DOLOR CRÓNICO

Establecer unas sencillas pautas para que el dolor no sea un obstáculo que impida recobrar los hábitos de vida de los pacientes con dolor crónico.

1.EJERCICIO

2. SUEÑO Y RELAJACIÓN

3. DIETA SALUDABLE

EJERCICIO

REALICE EJERCICIO SUAVE

Es imprescindible que se incluya en las rutinas algunos ejercicios de estiramiento y fortalecimiento que reforzaran las zonas en las que se sufre el dolor.

Si se encuentra en fase aguda de dolor, espere a que remita para iniciar los ejercicios, movilizandose lo que el dolor le permita.

NO OLVIDE QUE EL REPOSO PROLONGADO ES UN ENEMIGO SILENCIOSO.

Tras el reposo prolongado se encuentra la atrofia muscular y la rigidez y su consiguiente aumento del dolor

MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA DEL PACIENTE CON DOLOR CRÓNICO

MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA DEL PACIENTE CRONICO ES POSIBLE

Unos de los principales objetivos para los pacientes de dolor crónico es recobrar el control de su vida.

En la mayoría de los casos sus hábitos y rutinas de la vida diaria se han visto interrumpidas y abandonadas

              TRES PAUTAS SENCILLAS

  1. EJERCICIO

Realice ejercicio suave

Paseo diario

Realice ejercicios de rehabilitación

2.SUEÑO Y RELAJACIÓN.

Establecer nuevos hábitos de sueño

Con constancia y determinación, el sueño y el descanso podrán volver a instaurarse en su vida

   3.DIETA SALUDABLE

Consumo de alimentos que reducen la inflamación

Las personas que sufren dolor crónico es recomendable que consuman  alimentos anti- inflamatorios, le conviene especialmente.

En la mayoría de las comunidades Autónomas, el Sistema Sanitario Publico no satisface las necesidades de atención psicológica de las personas afectadas por el cáncer. La Asociación Española contra el cáncer (AECC) lo advierte en un informe sobre la atención psicológica en España a pacientes de cáncer y sus familiares, es un documento donde se abordan las características del impacto psicológico de este grave problema de Salud, tanto en las personas afectadas por el mismo como en sus familiares y acompañantes, la realidad de la atención psicológica en el ámbito de la oncología.

Como señala la AECC, el cáncer genera un importante sufrimiento psicológico que alcanza niveles de malestar emocional clínico en la mitad de las personas que lo padecen y se acompaña de trastornos psicopatológicos en mas del 30% de los casos. El impacto psicológico que supone el cáncer, afecta también a los familiares y acompañantes de las personas diagnosticadas, presentando, en muchos casos elevados niveles de distrés y síntomas de depresión y ansiedad.

La problemática y necesidades psicológicas de las personas afectadas varían según el tipo de cáncer y el pronóstico del paciente, las pruebas y tratamientos médicos que se apliquen, momentos y fases del proceso de la enfermedad, el estilo de afrontamiento de la persona diagnosticada, la red de apoyo que tiene el enfermo  etc, ….

La AECC pone de relieve la trascendencia de la atención psicológica especializada.

EL PATRON DE CONDUCTA TIPO A

Determinados estilos de comportamiento parecen sólidamente asociados al surgimiento y desarrollo de trastornos cardiovasculares.

Los resultados de las investigaciones en este ámbito muestran que existen formas de conducta, ampliamente establecidas que favorecen el desarrollo de problemas cardiovasculares.

Esta asociación conducta- enfermedad adquiere una especial significación, porque tales conductas resultan” reforzadas “ y “valoradas” socialmente por lo cual son fácilmente adquiridas y resultan difíciles de cambiar.

Los cardiólogos R.H Rosseman y M.Friezman en los 60, realizaron aportaciones al respecto, a partir de la observación de la conducta que presentaban los pacientes con alteraciones cardiovasculares.

Apuntaron un conjunto de características que definían a estos pacientes:

 

 

PATRON DE CONDUCTA TIPO A

A partir de estas observaciones se han diseñado diversos instrumentos destinados a la evaluación de tales características con el objetivo de identificar a aquellas personas potencialmente susceptibles de desarrollar alteraciones cardiovasculares.

 

Los datos aportados con el empleo de tales instrumentos han permitido identificar tres grandes factores: Competitividad, Impaciencia y Hostilidad

Una persona es tipo A cuando alguna o todos  estos factores definan su modo habitual de comportarse

 

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¿QUE SON LOS TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA?

Cuando hablamos de un trastorno de la conducta alimentaria (TCA) no se hace referencia a un inadecuado habito alimentario o a un deseo excesivo por adelgazar, sino que bajo estos términos existe una compleja patología que incluye aspectos como desequilibrios emocionales, trastornos de la personalidad, conductas autolíticas, distorsiones perceptivas, pensamientos obsesivos, autovaloraciones negativas y todo un conjunto de componentes que dan una idea de la complejidad del trastorno.

En el DSM V (Manual Diagnostico y Estadístico de los Trastornos Mentales) aparecen recogidas dos categorías principales dentro de los TCA, como son la anorexia y la bulimia nerviosa, aunque recoge una tercera categoría para englobar aquellos TCA que, por cualquier motivo, no reúnen las características de las dos anteriores, etiquetados como TCA no especificados.

La anorexia nerviosa se caracteriza a grandes rasgos por un rechazo al mantenimiento del peso normal de acuerdo con la edad y la altura, miedo intenso a engordar, a pesar de existir un peso por debajo del ideal, existencia de una distorsión perceptiva de la imagen corporal, negación total o parcial de la enfermedad, y en el caso de las mujeres existencia de amenorrea primaria o secundaria.

La bulimia nerviosa viene definida por una preocupación excesiva por la comida que da lugar a la aparición de episodios repetidos de ingesta excesiva de alimentos, puesta en practica de medidas extremas para controlar el aumento de peso tales como vómitos autoprovocados, abuso de laxantes y diuréticos, consumo de fármacos supresores del apetito, periodos de ayuno, y, al igual que en los casos de anorexia nerviosa, una preocupación excesiva por el peso

 

Trastornos de la alimentación

Son muchos los síntomas del estrés del trabajo, incluyendo síntomas psicológicos, cognitivos, conductuales y físicos.

Los síntomas psicológicos mas frecuentes son los siguientes:

Ansiedad, tensión, confusión, irritabilidad.

Fatiga mental y funcionamiento intelectual disminuido.

Perdida de concentración

Sentimientos de frustración, ira, resentimiento.

Hipersensibilidad e hiperreactividad emocional.

Inhibición de sentimientos.

Disminución de la eficacia de la comunicación.

Depresión

Sentimiento de aislamiento

Aburrimiento e insatisfacción con el trabajo.

Disminución de la autoestima

Los síntomas físicos más importantes del estrés del trabajo son: el aumento de la tasa cardiaca y de la presión sanguínea

Aumento de la secreción de la hormona adrenalina y de la noradrenalina

Trastornos gastrointestinales como la úlcera

Daños corporales

Fatiga física.

Trastornos cardiovasculares

Problemas respiratorios.

Aumento de la sudoración,

Problemas en la piel,

Cefaleas

Tensión muscular,

Trastornos del sueño.

Algunos de los síntomas conductuales que pueden indicar estrés en el trabajo:

“Dejarlo para mañana” y evitación del trabajo.

Disminución del desempeño y la productividad,

Aumento del uso y del abuso del alcohol y las drogas, Incremento de la conducta de comer.

Inhibición de la conducta de comer.

Pérdida de apetito y repentina perdida de peso.

Aumento de la conducta temeraria, incluyendo el juego y la conducción temeraria.

Deterioro de las relaciones con la familia y los amigos.

Intento de suicidio o suicidio.

El estrés del trabajo puede definirse como las exigencias del trabajo que exceden la capacidad del trabajador para afrontarlas.

Una de las formas de estrés más difíciles de tratar es el estrés del trabajo.

Olivia del Palacio LópezPRINCIPALES FUENTES DE ESTRÉS EN EL TRABAJO

Condiciones del trabajo. Como una sobrecarga cuantitativa y/o cualitativa del mismo, trabajo aburrido y repetitivo, tener que tomar decisiones de responsabilidad, peligros físicos, cambios en el horario de trabajo, tecnoestrés (incapacidad para adaptarse a las nuevas tecnologías).

Estructura organizacional. Una estructura rígida e impersonal, batallas políticas, entrenamiento y supervisión inadecuados, no participación en la toma de decisiones.

Progreso de la profesión ocupar un puesto de menos categoría para la cualificación, ocupar un puesto que sobrepasa sus cualificaciones (Llamado el principio de Peter), seguridad en el trabajo, ambiciones frustradas.

Estrés del rol desempeñado. La ambigüedad del rol, los estereotipos relativos al rol sexual y al sesgo asociado al rol, acoso sexual.

Factores interpersonales

Pobre sistema de apoyo social y laboral. Rivalidad política. Envidia o ira. Falta de preocupación de los superiores por los trabajadores.

Interrelación hogar- trabajo . La afectación de los problemas de uno de los lugares al otro, falta de apoyo de la pareja, problemas maritales, estrés debido a que trabajan  los dos cónyuges.

El resultado final del estrés sin controlar en el trabajo es el” burnout”, una condición psicológica incapacitante producida por el estrés no resuelto en el trabajo y que produce:

Un agotamiento de las reservas de energía.

Una menor resistencia a las enfermedades.

Un aumento de la insatisfacción y el pesimismo.

Un aumento de absentismo y de la ineficacia en el trabajo.