Uno de los acontecimientos que más desagradables pueden resultar en la vida de una persona es la experiencia de pánico. Los ataques de pánico aparecen como un incremento mas o menos súbito de ansiedad con sensaciones corporales muy intensas, entre ellas taquicardia, respiración agitada, falta de aire, opresión de pecho, mareo, sensación de irrealidad y otras sensaciones que hacen pensar o sentir a la persona que algo terrible le esta sucediendo: un infarto, un ataque cerebral, asfixia, perdida de control sobre la mente y por tanto la locura e incluso la muerte.

Cuando acude a urgencias del hospital la persona que ha experimentado esta vivencia escucha que lo que ha ocurrido no es nada grave, que se trata de un ataque de pánico o de ansiedad, no puede dar crédito a sus oídos

En cualquier caso, la preocupación porque algo tan terrible le vuelva a ocurrir es suficiente para que se desarrolle un intenso miedo a sus propias reacciones corporales y a las situaciones o actividades que ha asociado con sus ataques.

Los ataques de pánico son muy frecuentes en la población general, y el trastorno de pánico es, junto con la agorafobia, el trastorno de ansiedad mas habitual en las consultas psicológicas. en la actualidad contamos con programas de tratamiento psicológico que resultan muy eficaces para este trastorno.